Ya hemos hablado de los beneficios de la meditación y por qué es importante incorporarla en nuestro día a día.
Sin embargo ¿Cómo empezar si nunca has meditado antes?
Para mucha gente, estar sentada en silencio «sin hacer nada» es algo difícil. No estamos acostumbradas a eso y al principio nos da la sensación de que simplemente estamos perdiendo el tiempo. Además la mente se resiste. A la mente le gusta el ruido, los pensamientos constantes, revisar los qué haceres o recordar el pasado.
Es por eso, que el primer paso hacia la meditación suele ser el más difícil.
Desde Mamprendedora, animamos a que no te dejes desanimar por ese comienzo. Ya muchos estudios han certificado que la meditación diaria mejora tu vida y tu salud en varios aspectos. ¿Quién no quiere mejorar su vida y salud de esa manera?
Para agilizar ese comienzo, te dejamos aquí algunos pasos para empezar a meditar de la manera más fácil posible.
Recuerda que no lo puedes hacer mal
Como todo en la vida, la práctica hace al maestro. Lo bonito de la meditación, es que realmente no lo puedes hacer mal. Cualquier comienzo es bueno, así que no te preocupes ni te castigues si crees que lo estás haciendo mal. Lo importante es hacerlo.
Puedes ayudarte con una app
Si el silencio absoluto se te hace difícil, puedes empezar a meditar con la ayuda de una app. Hay varias en el mercado que ya con su versión gratuita son de gran ayuda, por ejemplo Calm, Head Space or Insight Timer.
Resérvate un bloque del día concreto para hacerlo
El secreto hacia la creación de hábitos, es tenerlos programados. Bloquéate un momento del día en el que sepas que nadie te va a molestar para poder meditar. Puedes empezar con tan solo 5 minutos y, a medida que vas progresando, incrementar a 10, 15 y 20 minutos.
Elige un lugar cómodo
Lo ideal para meditar, es estar sentada sobre un cojín de meditación o una alfombra, con la espalda recta. Elige un lugar de la casa que te gusta y te transmita tranquilidad para hacerlo tu rincón de meditación. SI no estás cómoda en el suelo, siéntate en el sofá o en una sillas. No te preocupes demasiado por tu postura, eso es algo que con el tiempo irá mejorando. Lo más importante es que crees un espacio tranquilo que te ayude a meditar. Si quieres, también puedes hacerlo tumbada, pero es menos recomendable, pues corres peligro de quedarte dormida.
Observa tu respiración
La tarea de la meditación, sobre todo en estos comienzos, es la de observar tu respiración. A algunas personas les ayuda contar las respiraciones del 1 al 10, a otras decir mentalmente «inspirando» «espirando».
Escoge lo que te sea más cómodo. Lo importante es que te centres en tu respiración. Que seas consciente y observes desde fuera como el aire entra y sale de tu cuerpo.
Lo normal es que pensamientos de cualquier tipo te roben esa atención. Lo importante aquí, no es castigarte por no ser capaz ce céntrate en la respiración. No se trata de eso. Se trata de que seas capaz de detectar cuando tu mente empieza a divagar.
Así que, cuando te des cuenta de que estás pensando en otra cosa (planes, organización, situaciones…..) que no sea tu respiración, observa ese pensamiento, di mentalmente «pensando en X» y deja que ese pensamiento se vaya para poder seguir centrándote en tu respiración.
Práctica a diario, aunque creas que no sirve o que lo haces mal
Al principio, es normal pensar que lo estás haciendo mal o que es una pérdida de tiempo y que no sirve de nada.
No te dejes desmotivar por esos pensamientos. La ciencia dice todo lo contrario. Si sigues practicando todos los días, poco a poco habrá pequeñas mejores. Estarás de mejor humor, más calmada, te costará menos concentrarte, tu salud mejorará….
Creas lo que creas sobre el estado de tu meditación, sigue haciéndolo todos los días ¡y no te rindas!
Un comentario en “Cómo empezar a meditar – 6 pasos”