Mamprendedora: Dícese de aquella mujer que a menudo suele poner las necesidades de otros antes de las suyas.
Es verdaderamente admirable lo que somos capaces de hacer como madres y como emprendedoras. Y mientras la sociedad nos tacha de «super mujeres» y nos da alabanzas, lo cierto es que a veces, dejar de lado nuestras necesidades puede ser malo para nuestra salud mental y física.
Aunque no podemos evitar que vayas a dedicarle más tiempo a tus hijos y a tus negocios (lo hacemos todas), sí podemos darte 3 señales alarmantes de que te estás pasando y que es hora de frenar.
No puedes dar más
Te encantaría dar un paseo, quedar con unas amigas o darte un baño de espuma, pero tu cuerpo no responde. El nivel de cansancio es tal, que ya ni siquiera tienes energía para hacer cosas que te gustan y sientes como si tuvieses que arrastrar tu cuerpo con fuerza para la más insignificante de las acciones.
Esta es una señal muy grave de burnout y de que necesitas descanso. Descanso de verdad.
Sientes rencor
Llevas tanto tiempo dándolo todo por otros, que ya hasta se da por hecho. A veces hasta da la sensación de que nadie aprecia todo lo que haces o se da por hecho de que te vas a sacrificar por todos siempre. Si notas que empiezas a sentir rencor por estas razones, es momento de parar y poner ciertos límites. Baja las expectativas tuyas y de aquellas personas acostumbradas a que seas super woman.
Tus necesidades llevan demasiado tiempo desatendidas
Estamos tan acostumbradas a preocuparnos por las necesidades de los demás, que la gente a nuestro alrededor tiende a olvidar que tenemos necesidades. Pero cuando nuestras necesidades llevan desatendidas mucho tiempo, afecta a nuestro estado de ánimo y a nuestro bienestar (y nos lleva al rencor ya mencionado).
Establece ciertas necesidades no negociables y el momento que te vas a coger para ti. Comunícaselo a todas las personas para que entiendan que no estás siendo egoísta, sino que es algo que necesitas.
No hace falta que dejes de ser una super mujer, pero acostúmbrate a darle espacio a tus necesidades, en vez de ponerte a ti siempre en último lugar. A largo plazo, te lo agradecerán todos.