Mucho se ha hablado de las diferencias entre niños que crecen en familias pobres y aquellos que crecen en familias más ricas y cómo esto afecta a su futuro.
Sin embargo, según nuevos estudios, el tipo de educación que usas con tus hijos es el factor más determinante a la hora de establecer su futuro éxito. Con esto no queremos decir que desembolsar dinero en sus estudios no es importante. Por supuesto que lo es. Como también lo es el ejemplo que somos para nuestros hijos en cuanto a filosofía de trabajo y nuestra relación con el dinero.
Pero a parte de todo esto, la manera en que los crías lo afecta todo.
Diferentes estilos de criar
Psicológicamente hablando, existen cuatro tipos diferentes de criar a los hijos:
- Permisivo indulgente
En este estilo de criar, los padres son excesivamente indulgentes. Y con esto no nos referimos a que se lo compran todo (aunque suele ocurrir), sino que responden a cualquier llamamiento de sus hijos de manera exagerada, pero no les piden absolutamente nada a cambio. Los niños reciben todo lo que quieren, incluido atención, pero no seo espera nada de ellos. Ni siquiera que digan gracias cuando les das un vaso de agua. Este tipo de crianza se ve fácilmente en niños de familias ricas que han recibido todo lo que querían sin haber reglas o límites. - No involucrado
La crianza no involucrada es aquella en la que los padres no prestan atención a los hijos y tampoco se les exige nada a estos. Estos niños crecen en un ambiente en el que lo que hacen, realmente no importa y acaban sintiéndose aislados. Siguiendo el ejemplo algo exagerado de arriba, no se les exige dar las gracias, pero tampoco se les da el vaso de agua. Ya se lo cogerán ellos. - Autoritario
La crianza autoritaria responde poco hacia las necesidades del niño, pero exige mucho del niño en sí. Siguiendo nuestro ejemplo, que el niño tenga sed o no, no importa, se le da el agua si lo creemos necesario, pero tiene que decir gracias igualmente. - Sensitivo
En la crianza sensitiva existe un balance entre responder a las necesidades del niño y lo que se pide de él. Se le da amor, como en el primer ejemplo, pero también se le ponen límites.
¿Qué estilo es mejor?
Para criar niños felices, responsables y contentos consigo mismos, se ha demostrado que el estilo sensitivo es el más apropiado.
Con este tipo de crianza, los niños se sienten queridos y saben que siempre pueden contar con sus padres para todo. Se sienten amados, escuchados, vistos y motivados. Al mismo tiempo, saben que hay reglas y cuáles son sus límites. Aprenden a respetar y a ver el valor de las cosas del día a día.
Según los últimos estudios, este tipo de crianza hacen que los niños se metan en menos problemas cuando se hacen mayores y tengan mejor visión del camino que quieren llevar en sus vidas. Esto se traduce en un mejor nivel de estudios, menos gasto para las familias y mejorar estabilidad económica cuando tu hijo es adulto.