Sabes que la vida como trabajadora por cuenta ajena no es para ti. O a lo mejor tienes una idea estupenda que sabes que podría funcionar. O tal vez quieres crear algo que sea tuyo. O a lo mejor deseas algo que te permita trabajar de manera más flexible.
Sea cual sea la razón por la que has decidido ser una mamprendedora, el primer paso es empezar.
¿Empezar cómo?
Ser emprendedora, empresaria y/o autónoma no es fácil. Pero al igual que la maternidad, los beneficios superan la dificultad. Es necesario ser realistas. De todos los negocios que se crean, dos tercios logran superar los primeros dos años y solo la mitad logra superar los primeros 5 años.
Tu idea es buena, tu motivación excelente, ahora solo falta asegurarse de que tu negocio supere esos 5 años y te cree que beneficio que te permita ganarte la vida bajo tus propios términos.
1. Investiga
¿Qués es exactamente lo que ofreces?
¿A quién ayuda? ¿Qué problemas soluciona? ¿Cómo lo van a usar?
¿Qué necesitas para poder crearlo / ofrecerlo?
¿Ya lo hace alguien? Analiza la competencia directa e indirecta.
¿Tú lo usarías? ¿Cómo? Habla con gente que podría ser tus clientes potenciales. Hazles preguntas. Entiende cómo funcionan.
¿Cuánto tiempo puedes invertirle al proyecto?
¿Cuánto dinero necesitas y cuánto puedes invertir?
2. Planifica
Es el momento de crear un plan.
Al contrario de la creencia popular, un plan de negocio o business plan no es siempre necesario. Si necesitas inversión ajena y vas a presentar el negocio a terceros para que inviertan en tu proyecto, entonces el plan de negocio será necesario, pues es lo que les ayudará a decidir si quieren invertir en ti o no.
Pero si no necesitas ayuda de otros, es suficiente con que te hagas un plan sencillo para ti misma.
Identifica los primero pasos que quieres realizar y plasma tu visión lo más concretamente posible en una hoja. Añade tus metas a largo y medio plazo. Si creas una marca nueva, empieza a crear la personalidad de la marca.
3. Planifica tus finanzas
Dependiendo del tipo de negocio que vayas a lanzar, esto será más o menos complicado.
Empieza anotando todos los costes que esperas tener (diseños, web, salarios, impuestos, materiales….)
Cuando se trata de finanzas, siempre es mejor ser conservadora y tirar por lo alto para no quedarse corta. De hecho, nuestro consejo es que añadas un cojín de 20% más a la suma final.
Calcula tus costes para todo el primer año.
Si inviertes tu propio dinero, planifica también tus finanzas personales para asegurarte que no te quedes corta en ningún momento. También aquí es importante tener un «cojín». Calcula teniendo en cuenta una base mínima en tu cuenta bancaria. Normalmente se trata de tener siempre 3 meses de capital como base.
4. Define el tipo de empresa
Esta parte depende mucho del país en el que vivas y del tipo de negocio que quieras montar.
En España, por ejemplo, puedes decidir si quieres empezar como autónoma o si quieres montar directamente una S.L, emprendedor de responsabilidad limitada, S.C., S.A…..
Lo ideal es contratar un buen asesor ya en este paso, para asegurarte que lo haces todo bien (una no puede ser experta en todo!). Un asesor también será de gran ayuda a la hora de administrar finanzas e impuestos.
Pero si no puedes permitirte un asesor todavía, tómate el tiempo de indagar por internet sobre las diferentes opciones que tienes en tu país y las implicaciones de cada una.
5. Registra tu negocio
Una vez sepas el formato que quieras para tu negocio, es hora de registrarlo formalmente. Los pasos para esto varían de país a país, pero en general siempre vas a tener que lidiar con algo de burocracia.
Pero no solo lo ofcicial forma parte de este punto.
Si aún no lo has hecho, este es el momento de reservar las URLs, nombres de usuario en redes sociales etc. Procura reservar el nombre de tu empresa en la mayor parte de sitios posibles.
6. Infórmate sobre licencias y permisos
Dependiendo del tipo de negocio que tengas, es posible que necesites algún tipo de licencia. Por ejemplo, si tu negocio está en el sector de los complementos alimenticios o incluso si manejas alimentos, necesitarás seguro hacer algo de papeleo. Infórmate sobre todo esto como muy tarde en este paso, pues quieres evitar tener problemas legales en un futuro.
7. Contabilidad
La contabilidad la puedes hacer tú misma o contrar a alguien que lo haga por ti. Ambas soluciones tienen sus pros y contras. Si lo haces tú, tienes menos gastos, pero ocupas más tiempo en vez de usarlo en hacer crecer tu negocio. Además, si nunca antes te has preocupado de la contabilidad de un negocio, es posible que cometas errores. Asegúrate de informate bien y de utilizar un buen programa de contabilidad que te ayuda todo lo posible.
Si contratas a alguien, esto sumará a tus gastos mensuales, pero te ahorrará tiempo y dolores de cabeza, sobre todo si los número no son lo tuyo a este nivel. Busca a alguien que te dé sensación de confianza y que responda a todas tus preguntas. Es más, igual hasta puedes encontrar a otra mamprendedora como tú!
8. Crea tu lugar de trabajo
Decide si esto es algo que puedes y quieres hacer desde tu propio hogar o si necesitas alquilar un lugar para poder desarrollar tu negocio.
Si tu negocio te permite el home office, crea un rincón que vayas a usar solo para esto. Debe de ser un sitio que te permita desconectar del resto de tareas caseras y donde puedes concentrarte en lo que estás montando. Decóralo a tu gusto, pero evita distracciones. Asegúrate que la señal de Internet llegue bien a ese rincón y créate un horario de trabajo detallado.
Si necesitas alguilar un local, esto debes haberlo añadido a tus finanzas en el paso 3. Obviamente habrás intentando encontrar algo que se ajuste lo máximo posible a tus posibilidades financieras, algo que no siempre es fácil.
Intenta encontrar algo que esté suficientemente cerca de tu hogar, para no perder demasiado tiempo en el trayecto. El tiempo es un bien escaso (más escaso que el dinero) y como buena mamprendedora, debes de reducir su pérdida al máximo.
Dependiendo del tipo de negocio que lleves, a lo mejor un espacio de coworking puede ser la solución. Tendrás menos gastos y te sentirás menos sola.
9. Prepara tu equipo
Ya estás a punto de despegar, ahora solo te falta la gente.
Si necesitas contrar a un equipo, tómate todo el tiempo que necesites. Detalla muy bien los diferente puesto que necesitas y cuáles serán sus responsabilidades. Estas personas son las que deben de ayudarte en tu camino al éxito, así que asegúrate de encontrar a la gente correcta.
A lo mejor no necesitas contrara y te basta con contratar freelancers. En este caso puedes o bien usar webs como freelancer.com o encontrar a alguien con más experiencia. En este último caso, consulta con un abogado para tener atado un buen contrato de colaboración.
Por último, si eres una mamprendedora solitaria, trata de crearte un «equipo» compuesto de amigos, familiares, mentores u otras mamprendedoras. De vez en cuando necesitarás poder hablar con otras personas que entienda tu situación, sea para sentirte menos sola o opara recibir ayuda útil.
Si estás buscando amigas mamprendedoras con las que compartir experiencias y sentirte apoyada en el camino, el grupo de Facebook de mamprendedoras puede ser un buen comienzo.
10. Publicita tu negocio
¡Llegó el momento de empezar a generar beneficios!
Lo ideal es que te crees, si aún no lo tienes, un pequeño plan de marketing. Detalla con la mejor exactitud posible quién es tu público objetivo, cuál es tu USP (Unique Selling Proposition) y qué canales te serán más útiles para ganar clientes. Tener creada una buena imagen de marca siempre ayuda.
La publicidad por facebook e instagram es fácil y apta para todos los bolsillos. Si tu público objetivo se encuentra en estos canales, es una buena manera de empezar. Pero recuerda que hay mucho más. Pinterest, YouTube, Twitter, Google Ads, Foros, comunidades, shout outs, influencers, revistas….. Hay mil maneras de llegar a tu público!
11. Sigue aprendiendo
Crecer y evolucionar es necesario para el éxito de tu negocio.
Si recibes feedback de clientes o gente que ha visto tus servicios, acéptalo y úsalo como guía para mejorar tu negocio.
Sigue investigando lo que hace la competencia y sigue inviertiendo en ti misma. ¡El saber no ocupe lugar!
A menudo encontrarás nuevas maneras de mejorar el negocio o incluso puedes descubrir que una cosa un poco diferente de lo que tenías pensado te generará más beneficios.
Mantén una mente abierta a todo.